Soy quien soy: Deja que tu ser interno responda

¿Sabes quién eres? Quizás esta sea una de las preguntas más difíciles de responder. Pero, si logramos descubrir nuestra verdadera identidad en Dios, fácilmente podremos responder: (yo soy quien soy en Cristo Jesús), ¡Ven y continúa leyendo!

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Soy quien soy porque soy hijo de Dios

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Soy quien soy

En general a cualquier persona si se nos pregunta ¿Quién eres?, o ¿sabes quién eres? La respuesta humana sería, yo soy quien soy porque fui formado(a) así, mi nombre es tal, ejerzo tal labor, etc.

Todas estas respuestas se derivan de información aprendida y guardada en la memoria desde que nacemos. Conocimiento que forma parte de nuestro desarrollo y crecimiento desde que somos niños hasta convertirnos en adultos.

Durante todo este tiempo, se va formando una identidad en nosotros para darnos a conocer y relacionarnos socialmente en nuestro entorno. Esta es nuestra identidad en el mundo donde habitamos, y con la que fácilmente podemos responder yo soy quien soy.

Pero este yo soy quien soy, no define nuestra verdadera esencia bajo la cual fuimos creados. Porque nuestra verdadera esencia es la espiritual, es aquella que nos identifica con nuestro creador, y la que nos relaciona o nos une a Dios.

Descubriendo mi «Soy quien soy» en Dios

Descubrir nuestra verdadera identidad es poder decir con propiedad: Soy quien soy en Dios. Esto solo es posible cuando sabemos quiénes somos en relación a nuestro creador y aún más cuando llegamos a conocerlo y reconocerlo como nuestro Padre en los cielos.

De manera que descubrir nuestra verdadera identidad es también la revelación de la paternidad de Dios para con nosotros. Y si la esencia o naturaleza de Dios es el amor, también con ese amor nos creó.

Dios además nos concibió con un propósito específico para cada uno de los que somos sus hijos. Ahora bien, lo importante de saber soy quien soy en Dios, es cómo estamos manifestando esta identidad ante los demás.

Sea que estemos en un entorno conforme a nuestras propias creencias, cultura e idioma o en ambientes completamente diferentes a lo que conocemos. Porque cuando tenemos plena conciencia de nuestra verdadera identidad en Dios, somos capaces de mantenerla, defenderla y manifestarla a las demás personas.

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Quien soy, en Cristo

Cuando tomamos conciencia de la gracia y el amor de Dios por nosotros, esto nos lleva a un profundo arrepentimiento por nuestra manera humanista y carnal de vivir. Es así como reconocemos en la presencia de Dios nuestras impiedades, pecados, rebeldías, desobediencias y, en fin, todo tipo de faltas.

Entonces le entregamos completamente nuestra vida a Cristo Jesús, confesándolo como nuestro único Señor y suficiente Salvador. Reconociendo y creyendo que Cristo fue a la cruz a morir por nosotros, y que resucitó para darnos una nueva vida en Él.

Allí hemos Nacido de nuevo: Un paso que solo los cristianos dan. Haz clic en el enlace, donde podrás leer sobre este paso trascendental, que es necesario dar como cristianos si queremos ver el Reino de Dios.

Nacer de nuevo es experimentar una nueva vida en el espíritu, que se manifiesta en nosotros debido a que pasamos a tener una vida unida a Cristo a través de su Espíritu Santo que mora en nosotros.

Esta nueva identidad de soy quien soy en Cristo se manifiesta en que experimentamos un cambio profundo en nuestra manera de vivir. Así como el llenarnos de una paz que sobrepasa cualquier entendimiento, al dejar de participar en actividades que para nada edifican, aun cuando hayamos estados habituados a practicarlas en nuestra antigua manera de vivir.

Dios es muy bueno, y tiene mucha paciencia, y soporta todo lo malo que ustedes hacen. Pero no vayan a pensar que lo que hacen no tiene importancia. Dios los trata con bondad, para que se arrepientan de su maldad.” (Romanos 2:4 – TLA)

De manera que, al reconciliarnos con Dios a través de su Hijo, obtenemos nuestra nueva y verdadera identidad, que es la de soy quien soy en Cristo Jesús.

Principios bíblicos de nuestra identidad

La Biblia nos habla de varios principios básicos de nuestra identidad en Cristo Jesús. Verdades que debemos establecer y declarar, porque ellas nos hacen recordar que soy quien soy en Cristo. Veamos algunos de ellos a continuación:

  • Somos hijos adoptivos de Dios por Cristo

“Dios decidió adoptarnos como hijos suyos a través de Jesucristo. Eso era lo que él tenía planeado y le dio gusto hacerlo.” (Efesios 1:5 PDT)

  • En Cristo cobramos nueva vida

“Antes, ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados.” (Colosenses 2:13-14 TLA)

  • Cristo nos da una identidad de Ser Libres

“Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.” (Gálatas 5:1 DHH)

  • En Cristo todo es nuevo en nosotros

“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17 RVA – 2015)

  • Soy quien soy en Cristo es una identidad que da frutos

“En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios.” (Gálatas 5:22 TLA)

“15 -Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. 2 Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. 3 Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho-.” (Juan 15:1-3 DHH)

  • En Cristo somos hijos amados de Dios

“5 Así que sean imitadores de Dios, pues ustedes son sus hijos amados. 2 Sigan el camino del amor, así como Cristo nos amó y ofrendó su vida por nosotros como un sacrificio voluntario cuyo agradable olor sube a Dios.” (Efesios 5:1-2 PDT)

  • Es revelado el amor de Dios y nos enseña a amarlo

“11 Porque ha sido revelado el generoso amor de Dios que trae salvación para todos. 12 Ese amor nos enseña a no faltarle al respeto a Dios, a abandonar la maldad del mundo y a vivir en este mundo con buen juicio, como Dios quiere, dedicados a él.” (Tito 2:11-12 PDT)

Te invitamos a continuar con la lectura de estos dos artículos: Hablando la verdad en amor y Morir es ganancia.

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