La envidia es un sentimiento que peca en contra de Dios, porque supone que las cosas que tienen otras personas deberíamos tenerlas nosotros, cuando este sentimiento se encuentra en nuestros corazones de manera permanente puede traer muchos problemas; conozca cuál es el significado bíblico de envidia, y cómo puede hacer para superarla y ser una persona feliz.
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Significado bíblico de envidia
No es un pecado tener una tentación a causa de la envidia, pero si estos pensamientos permanecen en usted y van creciendo pueden causarle mucho daño. Cuando sucede de esta manera la envidia se convierte en un pecado, porque se sigue deseos que son pecaminosos. En Gálatas 5: 19-21, nos dicen que cuando se quieren hacer las cosas de una manera natural es un pecado y que ella es parte de la naturaleza de los seres humanos.
Por lo general siempre las personas buscan la forma de no cometer otros pecados que consideran que son mortales y que atentan en contra de la voluntad de Dios, por lo que no se le presta mucha atención a la envidia, pero ésta con el tiempo se convierte en una práctica dañina que tiene sus consecuencias, debido a que va dañando la salud y la mente.
Uno de los casos de envidia más grandes que se conocen y que esta escrito en la Biblia es el de Caín contra su hermano Abel; a los ojos de Dios las ofrendas de Abel eran agradables, no así las de Caín. Por eso Caín se llenó de envidia en contra de su hermano y por ese motivo le causó la muerte (Génesis 4:3-8).
De igual manera cuando Saúl sintió envidia en contra de David, murió en una batalla y lo mismo le sucedió a Jesús, los líderes religiosos y sacerdotes de su época sintieron envidia de los milagros y la manera de hablar de Jesús por lo que decidieron acusarlo para darle muerte. Aquí podemos ver un significado bíblico de envidia. La Regla de oro de la Biblia es no hacer lo que no le guste.
¿Por qué es la Envidia un Pecado?
En Proverbios 14: 30 nos dice que un corazón apacible es vida de la carne pero que la envidia es la carcoma de los huesos. Todos conocemos que es este sentimiento, cuando alguien tiene algo que a nosotros nos agradaría conseguir, sean objetos materiales, cualidades, talentos, o hasta la misma suerte, la envidia es una reacción natural y humana.
Para librarse de ella se debe hacer una labor de conciencia y debe darle gracias a Dios por tener lo que haya conseguido. La envidia en sí no es pecado, se convierte en tal cuando dejamos que esos pensamientos comiencen a crecer y se adueñen de nuestras vidas y acciones, la envidia termina ocasionando la división de las personas, destruye relaciones, causa rencor, llena el alma de amargura y crece la maldad en los corazones.
Puede hacer que de la boca se digan palabras ofensivas y también tomar reacciones que causen daño. En Santiago 3:16 nos dice que en donde existen celos y contención hay mucha perturbación y obras llenas de perversión. Recuerde que el Verdadero amor Echa fuera el Temor.
¿Cómo Vencer la Envidia?
En la Primera Carta a los Corintios 10:13, Pablo nos dice que hay una manera de vencer la envidia si se es tentado por ella. Jesús logró vencer todo pecado y por eso él siente compasión en nuestras debilidades y nos ayuda en los momentos en que somos tentados. Se puede estar en un trono de gracia en donde se consigue la misericordia, y esto es a través del Espíritu Santo para que pueda vencer la envidia.
¿De qué manera se puede hacer? En primer lugar reconociendo que la envidia está en nosotros, es solo a través de nuestra propia humillación al reconocer la verdad que vamos a ser libres de todo pecado. Con un solo y sencillo pensamiento la envidia llega a nosotros cuando dice que algo no es justo, cuando ve que otra persona es más alegre o querida que usted, cuando piensa que no tiene el reconocimiento que merece.
Todas estas situaciones hacen que el alma le mantenga intranquilo y es por eso que los sentimientos y acciones pueden llevarlo a reaccionar y obrar de formas no adecuadas. Es por el ego que se preocupa de aquello que se quiere, no solo en su entorno laboral, esto puede suceder en la escuela, en la relación de pareja, matrimonio, en la familia y hasta en la forma en que usted quiere servirle a Dios.
Pablo dice que por la fe se puede sentir que estamos crucificados junto a Cristo y que se vive para Dios en Cristo Jesús. Al vivir conforme a la fe se pueden vencer las tentaciones, y en lugar de envidia surge la alegría y el agradecimiento.
En cada momento de tentación solamente se debe orar con fuerza para seguir al lado de Cristo y recordar que él vive en nosotros, de esta manera se tendrán acciones que vayan conforme a sus virtudes sin tomar en cuenta lo que se siente. Así cada una de sus confusiones o maldad no serán de sus propias reacciones y solo crecerá vida y paz en su interior.
Resultados de Vencer la Envidia
Cuando se logra vencer la envidia usted recibe una revelación del Cuerpo de Cristo y puede servirle, no solo a él sino también a los miembros de su iglesia, porque podrá trabajar con ellos en unidad y sin divisiones. Ningún miembro de una iglesia puede trabajar en soledad, hace falta la unidad para que puedan funcionar la misión.
Pablo decía que cuando un integrante de la iglesia estaba padeciendo, todos los demás debían sentir dolor por él y si alguno de ellos recibe la honra, todos los demás se deben alegrar por él. Por eso no pierda tiempo envidiando las cosas de los demás, la envidia hace que usted pierda su tiempo, sus nuevas oportunidades y le roba su alegría. De igual manera Dios Conoce tu Corazón, y sabe lo que puede albergar en él.
Estudios recientes han revelado que la envidia y el rencor causan frustración, depresión e ira, sentimientos que solo nos llevan a tener dolores musculares y enfermedades en el cuerpo. Es mejor tener un crecimiento en sus virtudes, reconozca sus límites y verá cuáles son las obras que Dios les tiene para usted. Cuando se vive lejos de la envidia su cuerpo se encuentra en reposo y paz y puede conseguir felicidad y agradecimiento. Hasta aquí nuestro artículo sobre el significado bíblico de la envidia.