Mente de Cristo: ¿Cómo hago para tenerla igual?

Si eres un creyente que anhela tener la mente de Cristo, entonces entra y ¡Quédate con nosotros! Para aprender a través de esta lectura, qué es lo que podemos hacer para que se establezca en nosotros cada vez más y a profundidad.

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Mente de Cristo para la transformación del hombre

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¿Qué significa tener la mente de Cristo?

El significado de tener la mente de Cristo radica en que compartimos los pensamientos y forma de ser del Señor, tal y como se desenvolvió Jesús en su caminar en la tierra es además, amar, entender y anhelar ser humilde, obediente y compasivo como Jesús lo fue y es.

Cuando tenemos la mente de Cristo podemos tener revelación del plan de Dios para la humanidad. Esto nos da el entendimiento de la gracia de Dios de otorgar la salvación ante la convicción del hombre de reconocerse pecador.

Tener la mente de Cristo significa que nos identificamos dentro del propósito de Cristo, que reconocemos nuestra identidad de ser también hijos de Dios. Por eso somos movidos a misericordia y nuestro interés se basa en buscar las ovejas del reino, para que sean salvas, para esto es necesario pensar como Cristo:

“Como dice la Biblia: – ¿Quién sabe lo que piensa el Señor? ¿Quién puede darle consejos? – Pero nosotros tenemos el Espíritu de Dios, y por eso pensamos como Cristo. (1 Corintios 2:16 – TLA)

Esto es porque al reconocer y aceptar a Jesucristo en nuestro corazón, ocurre un cambio de mentalidad, o en otras palabras una transformación a nivel del entendimiento por medio de Espíritu Santo de Dios.

Y es que la mente humana es como un poderoso procesador. Pero si además es conectada con el Espíritu Santo, producirá una metanoia tremendamente sorprendente.

mente-de-cristo¿Cómo podemos tener la mente de Cristo?

Decir que tenemos la mente de Cristo conlleva que, como cristianos e hijos de Dios, pensamos y actuamos de la misma forma que lo hizo el Señor Jesús durante su ministerio terrenal. Jesús es nuestro ejemplo a seguir, es por tanto nuestra meta y nuestra lucha por alcanzar esa estatura.

Pero, si bien es cierto que nunca llegaremos a alcanzar la estatura del varón perfecto que es Cristo, también es cierto que es su Espíritu en nosotros, lo que nos permite crecer con la mirada puesta en Él.

Ese crecimiento es hasta que Cristo venga nuevamente y durante ese proceso debemos cultivar en nosotros su carácter. Para ello es necesario desarrollar cualidades que lo manifiesten, que cuando las demás personas nos vean, puedan ver a Cristo antes que a nosotros:

Efesios 4:13 (PDT):

Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en lo que creemos y conocemos acerca del Hijo de Dios. Nuestra meta es convertirnos en gente madura, vernos tal como Cristo y tener toda su perfección.”

De manera que, nosotros tenemos la mente de cristo, cuando somos semejantes al Señor, tanto en el pensar como en el actuar. Porque pensamos y actuamos, tal y como Jesucristo lo haría, de allí la importancia de conocerlo cada vez más a través de su palabra.

Si tenemos la mente de Cristo, debemos tener también revelado que somos parte de su cuerpo. En diferentes libros de la Biblia encontramos que habla sobre el cuerpo de Cristo. Pero, ¿Sabes a qué o a quién hacen referencia sobre ello, las Sagradas Escrituras? Entra en el artículo, El cuerpo de Cristo: ¿Metáfora o verdad?, y conócelo con nosotros.

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Cualidades que manifiestan a Cristo en nosotros

Primero es importante tener el entendimiento que con nuestras propias fuerzas es imposible que podamos parecernos a Cristo, porque solo con su Espíritu en nosotros es que podemos manifestar alguna transformación, sin Él no podemos dar fruto, recordemos las palabras de Jesús:

El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada.” (Juan 15:5 – TLA)

Con este entendimiento de que necesitamos, primeramente, ser uno con Cristo Jesús, veamos a continuación algunas de las cualidades que manifiestan a Cristo en nosotros:

  • La obediencia en hacer y aceptar la voluntad de Dios.
  • Sabiduría en el accionar ante las pruebas, tentaciones, luchas y batallas.
  • Prudencia al hablar y actuar.
  • Reconocer que todo lo terrenal es temporal, por ello no existe apego a lo material o terrenal, sino que la mirada está puesta a lo eterno.
  • Un espíritu libre de juicio y murmuraciones hacia los demás, porque antes de ver la paja en el otro, vemos nuestra propia viga.
  • Tener misericordia, sentir compasión por el prójimo, ser intercesores, clamar y orar por los otros.
  • Ser testigos de Cristo, por los frutos seremos reconocidos, debemos dar buen testimonio de nosotros.
  • Tener respeto o temor de Dios.
  • Procuramos en todo tiempo no contristar al Espíritu Santo de Dios, al comprender que somos templo y morada de Él.
  • Ayudar en todo tiempo al hermano, levantarlo cuando lo necesite, entender que somos el cuerpo de Cristo.
  • Amar al prójimo como a nosotros mismos. El amor hacia el prójimo manifiesta que se conoce a Dios y que lo amamos porque Él nos amó primero.
  • Manifestar dominio propio, no perder nunca la paz y el gozo que Cristo nos dio, ni siquiera en tiempo de tormentas o situaciones difíciles. Porque somos conscientes que Dios tiene el control de todo.
  • Confianza plena en Dios, porque somos conscientes que el Señor pelea todas nuestras batallas, eso nos hace descansar en Él.
  • Mantener la comunión con Dios, para ello leer su palabra, la oración y la adoración es esencial.
  • Vivir y caminar por fe, aunque no lo veamos sabemos que Dios está obrando. De manera que no razonamos por lógica sino por fe, tenemos presente que sin fe es imposible agradar a Dios.
  • Tener conciencia de las armas espirituales que tenemos en Cristo Jesús y usarlas con la autoridad que recibimos en Él. Porque Dios nos dota de su armadura para poder vencer: Demonios, enfermedades y cualquier gigante que nos toque enfrentar.
  • Amar y caminar en la verdad, rechazando toda mentira.
  • Nos debe mover el servir y no procuramos ser servidos.
  • Comprender el rechazo del mundo, porque no vivimos conforme a sus reglas, si no a los preceptos de Dios.

Te invitamos a seguir con nosotros ingresando en los siguientes enlaces: No te apoyes en tu propio entendimiento: Significado y Señor de los ejércitos: ¿Qué significado tiene?

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