Isaías 41:10: una fuente de aliento inagotable

Isaías 41:10 es un versículo hermoso en cualquier momento. Toda la biblia es un oasis en medio de un desierto. Acompáñanos y descubriremos cuál es el secreto asombroso de estas palabras.

Isaías 41:10-1
No temas porque Él esta contigo.

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Isaías 41:10, una promesa perdurable

No tengas miedo, porque yo estoy contigo;
no te desalientes, porque yo soy tu Dios.
Te daré fuerzas y te ayudaré;
te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
Isaías 41:10

El libro de Isaías es uno de aquellos libros que fue escrito para un tiempo y lugar específico, pero gracias a el poder de Dios, sigue impactando la vida de los lectores hoy en día. Isaías fue un profeta para Israel en un tiempo en donde todos los líderes no obedecían al Señor.

Isaías tuvo que profetizar la caída de Israel por parte de conquistas de los pueblos vecinos. Pero también predica la esperanza de un mesías. Así, este libro expone el juicio de Israel y la esperanza para las naciones.

Si quieres seguir estudiando sobre este grandiosos hombre de Dios, te invito a visitar el artículo sobre la vida de Isaías. Sé que será de bendición para tu vida.

Uno de esos versículos esperanzadores es Isaías 41:10. Este es uno de esos pasajes que duran independientemente de la época y lugar en donde estés. Tratándose del aliento y la provisión de la mano de Jehová sobre sus siervos.

Si leemos los versículos 8 y 9 entenderemos la maravillosa promesa de Dios con su pueblo. Él llama al pueblo Israelí como «pueblo escogido», «tomado desde los confines de la tierra» y lo mejor de todo dice que «no los desechará». Estas mismas promesas descritas para Israel después del exilio, son vivas y duraderas para cada uno de nosotros.

Vivimos como extranjeros

Recordemos que al igual que el pueblo Israelí, somos humanos y nuestra naturaleza es estar siempre contrariando los designios de Dios, a su vez, aquellos «locos» que decidimos cambiar el dueño de nuestra vida del «yo» a Dios (como Isaías) tenemos esta lucha espiritual cada día. Pablo lo menciona, somos llamados en medio de la oscuridad para ser luz en medio de las personas.

Así era Isaías, en medio de un pueblo indolente a las palabras de Dios. Profetizó sobre la caída de este reinado. Fue un atalaya, un vigilante que anunciaba el juicio venidero pero también la esperanza de un Salvador, que rescataría a Israel del yugo babilónico.

¿Le recuerda esto algo? ¡Claro! Somos extranjeros en medio de territorio hostil. De la misma manera que el libro Isaías lo señala la única forma de afrontar esta vida no es encontrar aliados humanos (como lo hicieron los líderes en el tiempo de Isaías), sino obedecer, meditar y crecer en las palabras de Dios como lo señala Isaías 41:10.

Si quieres saber más sobre el tema ¿Cómo vivir como un extranjero?, te invito a ver el siguiente video. Será edificante.

Isaías 41:10, no temas yo estaré contigo

En definitiva estas son las palabras que caracterizan al versículo. «no temas, estaré contigo». La expresión de «no temas» aparece 365 veces en las Escrituras, se podría decir que cada una de ellas pertenece a un día del año, lo importante es recordar lo perdurable que son las promesas del Señor.

Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, dice el Señor, que de ti se compadece.

Isaías 54:10

Cada palabra salida de la boca del Señor es de aliento, y un recordatorio que somos su pueblo amado y escogido; por lo cual no hay que temer. Independientemente de las pruebas que pases, los desiertos son transitorios, son algo pasajero, no es el final.

El pueblo hebreo lo sabía, la esperanza no está en el hoy ni en las circunstancias del mañana está en las Palabras del Dios Altísimo, por lo tanto, si Él dice que no temamos al adversario no hay que hacerlo.

Una de las palabras más reconfortantes que posee este pasaje es «no te desalientes, porque yo estoy contigo, yo soy tu Dios». Reconocer a Dios como nuestro Señor es fundamental para enfrentar los desiertos. Lo sabía Isaías, que pasó su vida aferrado a Él.

La única victoria que tiene el creyente es que Jesús murió en la cruz, derramó su sangre por nosotros y gracias a este hecho podemos ser coparticipes del reino.

1 comentario en «Isaías 41:10: una fuente de aliento inagotable»

  1. Estoy pasando un gran desierto en mi vida, creo fielmente en su palabra, ella me fortalece cada día y me anima avanzar por una sola meta, el reino de los cielos me espera sin importar lo que pase aquí en la tierra. Bendiciones

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