La Biblia en varios de sus versos nos instruye sobre el tema de estar en el mundo pero no del mundo. Sin embargo, ¿Sabes lo que significa estar en él, pero no ser de él?, si es así, te invitamos a entra en este artículo, y seguir las claves que aquí te enseñamos.

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En el mundo pero no del mundo
En el mundo pero no del mundo, ¿qué significa esta expresión para los cristianos? estar en el mundo, pero no ser de él; este es el tema que estaremos tocando en este artículo.
Cuando aceptamos el llamado de Jesucristo para ser sus servidores, creyendo en Él y en su palabra, en ese momento ocurre nuestra reconciliación con Dios Padre y Él nos restaura a través de su espíritu. De manera que, por el amor y el cuidado que el Señor tiene de nosotros; nos demanda cumplir el siguiente mandato:
“No sigan amando al mundo ni a lo que hay en él. Si alguno ama al mundo es porque no tiene el amor del Padre.” (1 Juan 2:15 – PDT)
En función a esto y como cristianos, es necesario saber discernir lo que es del mundo y lo que es de Dios. A fin de que podamos librarnos de amar lo que no provenga de Dios y de no dejarnos engañar o distraer.
El término mundo como tal puede tener muchos significados, en la Biblia la palabra griega de la cual se origina es Cosmos y en las escrituras podemos ver que Dios creo el cosmos o universo, además las escrituras también nos dicen que todo lo que creo fue bueno. Es por ello, que conveniente identificar el significado específico de mundo. En el contexto del tema que estamos tratando en esta oportunidad.
En este sentido, cuando hablamos de mundo, nos estamos refiriendo a un sistema a una estructura o gobierno, que el diablo se encargó de organizar para entorpecer el plan o propósito de Dios para la humanidad.
Lo que Dios creó
El mundo que creó Dios en el principio de los tiempos, para nada es en el que ahora vivimos, o en el que vivieron nuestros antepasados. Pero entonces, ¿Cuál fue el mundo del origen?
El libro de Génesis 1:1 en la Biblia nos dice que: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra”. Pero es que además creó todas las cosas en la tierra para que el hombre viviera conforme a su voluntad, conforme a lo que Dios quería para la humanidad. En el principio Adán y Eva gozaban de todos los cuidados, no tenían que preocuparse por nada. Porque Dios los proveía de todo dentro del huerto del Edén.
El cosmos que Dios creó para el hombre, era para que viviera para Él y en su presencia. Dios no escatimó en nada, dándoles a Adán y a Eva, protección, provisión e incluso disfrute, pero todo junto a Él y con Él.
Pero entonces entró en escena una tercera voz, que no era la Dios ni la del hombre. Esta era la voz de la serpiente y el hombre presto oído a esta voz dejándose engañar por el diablo.
Es cuando ocurre la caída del hombre, a partir de allí salen de lo perfecto y bueno creado por Dios y es así que el hombre entra al que el diablo organizó y preparó en la tierra, un sistema donde fueron entenebrecidos los sentidos del hombre, apartándose de Dios su creador.
Ahora en este, el que tenía el control era el diablo, quien organizó a su manera, alimento, disfrute y placer. Es así como el príncipe de este mundo lo fue formando conforme a los deseos y necesidades carnales del hombre, apartándolo cada vez más de Dios y de su verdadero propósito de vida en el Señor.
Satanás ha continuado desarrollando su sistema
Satanás a continuado desarrollando su sistema, cada vez más y con mayor intensidad, el diablo hoy día actúa de la misma forma que cuando ocurrió la caída del hombre.
Engañando al hombre en función de sus necesidades, como lo son vestido, alimento, hogar, familia, disfrute, entre otras. Es así como podemos ver que en la actualidad nos quieren hacer ver las cosas que son anormales y antimorales, como normales y morales.
Incluso apoyándolas con leyes y decretos aprobados por tribunales y gobiernos, un ejemplo claro de esto es la ley a favor del aborto, porque la intención del diablo es apoderarse del alma y corazón de los hombres, ¡Jesucristo Ayúdanos!
Si bien es cierto que el hombre necesita de muchas cosas para su sustento, también es cierto que otras muchas no son necesarias. Pero el diablo ataca la mente o las emociones de las personas y les hace ver que si las necesita.
¿Qué podemos hacer para estar en el mundo, pero no ser del mundo?
Ciertamente vivimos dentro de un sistema que en gran medida consiste en cosas tentadoras y pecaminosas. Pero no todo es malo, gracias a Dios también podemos encontrar educación, trabajo, fe, cultura, familia, iglesia, entretenimiento sano, comercio, entre otros. Pero aun en lo que parece bueno el diablo mete sus manos para engañar al hombre. Por eso debemos estar vigilantes, porque como está escrito:
1 Juan 5:19 (RVC):
“Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el maligno.”
Proverbios 16:25 (RVC):
“Hay caminos que el hombre considera buenos, pero que al final resultan caminos de muerte.”
Te invitamos ahora leer sobre estos temas a continuación: Yo soy el pan de vida, Isaías 45:7 y Nueva creación. Entonces ¿Qué debemos hacer? A continuación, compartimos algunas claves bíblicas que podemos aplicar, para estar y no ser del mundo:
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Procurar ser salvos y apartados de esta generación perversa.
Hechos 2:40 (RVC):
“Y con muchas otras palabras les hablaba y los animaba. Les decía: -Pónganse a salvo de esta generación perversa-.”
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Buscar a Cristo en todo momento y ser cada vez más de Dios, para escapar de toda la corrupción existente.
2 Pedro 1:4 (DHH):
“Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo.”
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Amar a Dios por sobre todas las cosas, así seremos guardados de amar al mundo.
1 Juan 2:15 (TLA):
“No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre.”