Muchas personas sostienen que ser feliz es una decisión muy personal, sin embargo, bíblicamente: ¡Cuenta todo alegría! Entra y comprueba con nosotros que solo Dios puede concedernos la felicidad plena.
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Para una vida Feliz ¡Cuenta todo alegría!
En el Nuevo Testamento de la Biblia tenemos gran cantidad de instrucciones relevantes que nos enseñan cómo vivir nuestra vida cristiana. De estas enseñanzas, se pueden extraer algunos versículos que son básicos para nuestra fe.
Además, son instrucciones de Dios, para que tengamos una vida plena y feliz, en todo momento y circunstancia. Porque aun en los tiempos difíciles, cuando nos toque enfrentar pruebas o dificultades en la vida, debemos considerar que en la vida cuenta todo alegría.
Porque todo lo que pasemos, sea que padezcamos o nos alegremos ¡Todo! forma parte beneficiosa o valiosa en el proceso de nuestro crecimiento y aprendizaje en la vida.
Dios quiere y desea que sus hijos sean plenamente felices, para ello es relevante la obediencia y la sujeción a Él, a su palabra. De manera que, en nuestra vida lo que hagamos, lo debemos hacer con alegría y no con queja, porque solo Dios, sabe lo que nos conviene.
Como se dijo al inicio, la Biblia nos enseña una serie de principios básicos que manifiestan una vida cristiana. Uno de ellos lo encontramos en el evangelio de Mateo, donde Jesús nos dice que debemos dejar que nuestra luz brille:
Mateo 5:16 (TLA):
“De la misma manera, la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo.”
Este es un versículo fundamental para nosotros como cristianos, un segundo versículo a mencionar, sería uno que nos instruye en que debemos hacer lo bueno y compartir con otros:
Hebreos 13:16 (DHH):
“No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque éstos son los sacrificios que agradan a Dios.”
Debemos dar un buen testimonio
La palabra en el verso anterior nos recuerda que también tenemos que ser generosos y ambos versículos son principios de Dios básicos para manifestar nuestra fe cristiana. Como cristianos siempre debemos dar un buen testimonio, porque somos de alguna manera los representantes de Dios.
Por ello debemos transmitir su mensaje no solo con palabra sino también con hechos. No solamente debemos ser oidores, también debemos ser hacedores de la palabra, (Santiago 1:22).
Esto se debe a que la gente no puede mirar a Dios, porque Él es invisible, pero si lo podemos sentir en nuestro espíritu. Porque estamos unidos a Dios por medio de su Espíritu Santo y el Señor nos habla a través de Él.
Por tanto, la gente no puede ver a Dios, pero si nos pueden ver a nosotros y a nuestras acciones, es en ellas donde el Señor puede ser percibido. Debemos comprender que con nuestras acciones, es mayor el impacto que nosotros causamos en las demás personas.
Porque nuestras acciones transmiten el amor de Dios y el deseo del Señor es usar a su pueblo, a su iglesia para impactar al mundo. Dicho esto, cada cristiano es un mensajero que Dios usa como instrumento para enseñar su amor a través de nuestros hechos.
Y por nuestros hechos o acciones de amor es que vamos a influenciar al mundo que está afuera. Con los hechos es que vamos a impactar a todas aquellas personas que no saben que necesitan a un salvador para ser plenos y felices. Todas estas personas están conscientes que tienen un vacío dentro de ellos. Pero no saben con qué se puede llenar o no conocen con qué se debe llenar.
Nosotros conocemos y somos portadores de esa respuesta que estas personas están buscando. El apóstol Pablo en la carta a los Gálatas 5:16-18, nos enseña que para ello es necesario vivir por el espíritu o ser guiado por el espíritu.
En la prueba: Persevera y ¡Cuenta todo alegría!
Como ya dijimos la Biblia está llena de infinidades de instrucciones que fundamentan el tema de este artículo, para tener una vida Feliz ¡Cuenta todo alegría! Y uno de los versículos que lo enfoca muy claramente es:
Santiago 1:12 (RVA-2015):
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.
Bienaventurado es una palabra que indica la acción de ser doblemente feliz. De manera que para ser aun doblemente feliz y recibir las promesas de Señor, la prueba o la tentación, también cuenta como un todo en la alegría.
Santiago 1:2-4 (NTV):
“2 Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. 4 Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.”
En esta palabra encontramos un principio relevante para todo cristiano y para la iglesia como el Cuerpo de Cristo. Y es que es muy importante entender que no solo como cristianos, debemos centrarnos en las bendiciones.
Sino que también es necesario enfocarse en lo que tenemos que pasar por ser cristianos. Cuando tenemos llamado para ser cristianos, obedientes a Dios y fieles seguidores de Jesucristo. Es necesario que pasemos por estos tiempos de prueba o tentaciones a fin de que podamos desarrollar Fe y constancia, es por ello que ¡Cuenta todo alegría!
Santiago 5:10-11 (NTV):
“10 Amados hermanos, tomen como ejemplo de paciencia durante el sufrimiento a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11 Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor.
En otras palabras, la palabra del Señor nos dice, dichosos los que perseveran. Lo importante aquí es que el señor es muy compasivo y misericordioso con los que perseveran en la prueba, porque para Dios ¡Cuenta todo alegría!:
Mateo 5:12 (NTV)
¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que a los antiguos profetas los persiguieron de la misma manera.
