En este artículo te enseñamos cómo orar por las ofrendas de manera efectiva. Porque debemos ser obedientes y hacer todo en la forma que a Dios le agrada.
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Cómo orar por las ofrendas
Las escrituras sagradas, tanto en los textos antiguos como los neo testamentarios nos enseñan sobre como ofrendar y el porqué de las ofrendas. Ambos testamentos nos dicen que, si ofrendamos a Dios voluntariamente, Él nos dará aún más de todo lo que ya ha dado por nosotros.
Pero además hay algo muy importante que debemos discernir en nuestro espíritu y es que Dios no nos demanda las ofrendas porque Él este en necesidad de ellas en lo material o físico, porque como nos dice en su palabra:
Salmos 50:12 (TLA): –Si yo tuviera hambre, no te pediría de comer, pues soy el dueño del mundo y de todo cuanto hay en él.
Lo que Dios desea enseñarnos con el acto de ofrendar es que tengamos un corazón dadivoso, que no nos cueste dar e invertir en su Reino. Dios quiere ver en nosotros su misma naturaleza generosa, así como la misma generosidad que manifestó Jesucristo al entregarse por toda la humanidad.
De igual manera la Biblia nos enseña que nuestras ofrendas las debemos consagrar al Señor. Por eso en esta oportunidad compartimos dos oraciones que pueden servir de ejemplo de cómo orar por las ofrendas cristianas.
Invirtiendo en el Reino de Dios
Antes de ver la forma de cómo orar por las ofrendas, es necesario echar un vistazo a lo que nos dice la Biblia sobre las ofrendas, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Porque así podremos ver que Dios en el nuevo pacto de la gracia, tiene otra razón para exigir que su pueblo lleve sus ofrendas al alfolí.
Esa otra razón es que las ofrendas servirán para mantener la iglesia de Jesucristo y hacerla multiplicar, ganando almas para Cristo. Por lo que las ofrendas son una inversión en el Reino de Dios para hacer tesoros en el cielo, como está escrito:
Mateo 6:19-20 (PDT): 19 -No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos. 20 Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos-.
El diezmo en el Antiguo Testamento
El libro de Levítico uno de los cinco del Pentateuco y de la Torá (Ley) judía contiene algunas de las leyes dadas por Dios a través de Moisés al pueblo de Israel, durante el éxodo a la tierra prometida. Las leyes dadas en este libro histórico de la Biblia son las: Leyes civiles, ceremoniales y morales.
Fue en estas leyes que Dios establece como mandato para su pueblo el concepto del diezmo. El diezmo era una ofrenda consagrada a Dios, que consistía en apartar la décima parte de todo lo producido por el pueblo para ser ofrendado al Señor:
Levítico 27:30 (RVC): – El diezmo de la tierra es del Señor, lo mismo de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles. Se trata de una ofrenda consagrada al Señor.
De esta forma Dios le hacía recordar a Israel que la provisión venia de Él, como creador de todas las cosas. Dios le enseñaba a su pueblo lo importante de ser agradecido con su benefactor y de poner a su Señor como prioridad en sus vidas, por tres puntos que hasta hoy nosotros debemos recordar también:
- Todas las cosas provienen de Dios.
- Entonces, al Señor le pertenecen todas las cosas.
- Por lo que nosotros, así como todo lo que poseemos, le pertenecen a Dios.
Salmos 24:1-2 (RVA 2015): 24 Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que lo habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares y la afirmó sobre los ríos.
Ofrendas voluntarias
El pueblo de Israel también daba ofrendas voluntarias, y estas junto con los diezmos se destinaban para la labor de los sacerdotes o siervos de Dios. Ya que los sacerdotes los consagro Dios para su servicio y no tenían tierras para producir.
La Biblia nos enseña que cuando el pueblo ofrendaba voluntariamente, Dios les proveía de comida y bebida en abundancia:
Proverbios 3: 9-10 (PDT): 9 Honra al SEÑOR con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas, 10 así estarán repletos tus graneros y rebosantes tus depósitos de vino.
La ofrenda en el Nuevo Testamento
Jesús durante su ministerio en la tierra nos dejó enseñanzas sobre el dar y las ofrendas. Primero que nada, el Señor no abolió el diezmo, sino que le dio su verdadero valor.
Él les dijo a los cumplidores de la ley que, si bien no se debía de dejar de cumplir con lo ofrendado a Dios, era necesario dar más allá del diezmo:
Mateo 5:17 (TLA): – No crean que vine a quitar la ley ni a decir que la enseñanza de los profetas ya no vale. Al contrario: vine a darles su verdadero valor.
Mateo 23:23 (RVA-2015): – ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque entregan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero han omitido lo más importante de la ley, a saber: el juicio, la misericordia y la fe. Era necesario hacer estas cosas sin omitir aquellas-.
Jesucristo en su mensaje nos establece un principio, y es que en la misma medida que demos a los demás, en esa medida Dios no retribuirá y aún más:
Lucas 6:38 (TLA): – Denles a otros lo necesario, y Dios les dará a ustedes lo que necesiten. En verdad, Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás. Si dan trigo, recibirán una bolsa llena de trigo, bien apretada y repleta, sin que tengan que ir a buscarla-.
Ese dar a los demás, es tener la misericordia en nuestros corazones de querer la salvación para nuestros semejantes, así como Jesucristo la tuvo por nosotros. Entonces somos movidos a llevar el evangelio y cumplir con la misión encomendada por Jesús: Id y haced discípulos para mi causa llevando el mensaje de salvación.
Esta labor ministerial se puede cumplir con las ofrendas de los fieles y siervos de Jesucristo. Porque como está escrito en:
2 Corintios 9:8 (DHH): Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras.
Cómo orar por las ofrendas: Los principios bíblicos
Las instrucciones que recibimos de Dios para ofrendar y saber cómo orar por las ofrendas cristianas, nos las presentan las escrituras sagradas en varios principios bíblicos:
- Nosotros somos la primera ofrenda: 2 Corintios 8:3-5.
- Ser constante en la ofrenda: Mateo 23.23.
- Dar con alegría: 2 Corintios 9:7 y Proverbios 10:22.
- Sabiduría al ofrendar: Proverbios 13:23, Timoteo 6: 10-17 y Lucas 6:38.
- Ofrendar como Dios te ha prosperado: 1 Corintios 16:2.
1 Corintios 16:2 (RVA-2015): El primer día de la semana, cada uno de ustedes guarde algo en su casa, atesorando en proporción a cómo esté prosperando, para que cuando yo llegue no haya entonces que levantar ofrendas.
Cómo orar por las ofrendas dejadas en el alfolí
Como nos dice la Biblia las ofrendas que llevamos al alfolí las debemos consagrar a Dios. Para ello elevamos una oración al Señor primero que nada para agradecerle por sus bendiciones y si tenemos alguna petición en especial se la comunicamos.
Tu oración puede ser sencilla con las palabras que puedas expresar con espontaneidad a Dios. Incluso puedes proclamar en ella algún versículo bíblico que acompañe tu petición o agradecimiento. Luego de orar, con un corazón dispuesto y obediente, que es también una ofrenda agradable a Dios depositamos nuestra ofrenda en el altar o alfolí del Señor.
Si estás pasando por un tiempo de angustia, es cuando con mayor razón debes confiar en el Señor, e ir a su presencia, ofrendar y hacer tu petición según sea tu aflicción. Pero también te invitamos a entrar aquí: Dios mío ayúdame estoy desesperada y muy afligida, donde te mostraremos versículos bíblicos que te ayudarán en tu aflicción y retomar nuevamente la esperanza.
Oración cristiana por las ofrendas
Ahora a manera de enseñanza te queremos compartir una oración por las ofrendas a continuación:
Padre Celestial hoy me presento ante tu presencia primero para darte gracias, oh mi Dios de bondad mi deleite es alabarte, exaltarte, honrarte y adorarte. Gracias mi Señor por la provisión que me has dado, me das y seguirás dando.
Te doy gracias mi Dios por cuan fiel eres conmigo, mi hogar y mi familia, bendito y alabado sea tu nombre mi Rey Jesucristo. Mi Dios, aviva mi corazón a que desee siempre hacer tu voluntad, que mi obrar sea tu voluntad, oh Señor.
Señor hoy traigo esta ofrenda a tu alfolí en agradecimiento, y como recordatorio para mí, que a ti pertenece todo lo que soy y lo que tengo, tu eres mi único y verdadero proveedor. No tengo en este día alguna petición en especial, pero, mi confianza está en que tú conoces todas mis necesidades,
Y sé que las saciaras según tu buena y agradable voluntad, como está escrito en tu palabra:
“Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón”. (Salmos 37:4)
Y sabes que yo me deleito en ti, disfruto de tu presencia Señor, te alabo y bendigo mi Señor Jesús. Padre Celestial mi Dios bendito te pido me guíes en el camino que debo transitar, y me des sabiduría, discernimiento en la forma que debo servirte en la congregación.
Congregación a la que tú me has llamado a pertenecer como miembro del cuerpo de Cristo. Señor dejo tu altar, dando gracias confiando que has escuchado cada una de mis palabras. Sabiendo que tu Espíritu Santo siempre me acompaña.
Gracias Padre, te alabo y bendigo mi Señor, tuya sea la gloria y la honra por siempre y para siempre.
¡Amén!
Como orar por las ofrendas de toda la Iglesia
En los servicios o culto en las iglesias o congregaciones cristianas evangélicas, el pueblo de Dios lleva sus ofrendas al altar o alfolí del Señor con sus peticiones y/o agradecimiento. Posteriormente y antes de iniciar el servicio o predica, el ministro o pastor bendice las ofrendas de los fieles elevando una oración a Dios por las ofrendas de la iglesia.
Oración por las ofrendas y diezmos de toda la Iglesia
A manera de ejemplo te queremos compartir una oración por las ofrendas y diezmos de toda la iglesia a continuación:
Dios y Padre de los cielos, delante de ti te presentamos hoy estas ofrendas y diezmos de tu pueblo, de tu iglesia. Los presentamos ante ti Señor, en alabanza, adoración, honra y agradecimiento por tus bendiciones.
Señor tú eres el creador del cielo y de la tierra y de todo lo que existe en ella, a ti pertenece todo. A ti en esta hora te entregamos estas ofrendas y diezmos, que son semillas para tu Reino y el fruto de nuestro trabajo. Te pedimos Dios y Rey de los cielos bendigas cada una de estas semillas y la multipliques al ciento por uno en las manos de tu fieles y obedientes hijos.
Bendice oh Señor las manos de tus hijos, porque como dice tu palabra:
La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella. (Proverbios 10:22)
Te pedimos también, oh Señor, que santifiques estas ofrendas y diezmos de manera que se usen con sabiduría, en toda buena obra.
Concede oh Señor las peticiones de los que ofrendaron y aún más, según los deseos de su corazón y de acuerdo a tu santa voluntad.
Bendice a tu Iglesia Señor Jesucristo y a tu nombre gloria, tuya sea la gloria, la honra por siempre y para siempre. Gracias Padre Celestial, te alabamos y bendecimos ¡Amén!
Te invitamos a seguir con nosotros a leer sobre uno de los nombres atribuidos a Dios, entrando aquí: en Jehová el Eterno, el inmutable, el que era, el que es y el que será. Posteriormente entra a conocer ¿Cuáles son las 3573 promesas de la Biblia y quién las hizo? Estas promesas avivarán tu confianza en Dios.