Los 7 pecados capitales, son unos vicios que debemos evitar para no poner en peligro la vida espiritual, en este artículo te explicaremos cómo evitar cometer estos pecados.
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Los 7 pecados capitales, que no podemos cometer
Los 7 pecados capitales, se refiere 7 inclinaciones o vicios del ser humano citados en las enseñanzas primitivas del cristianismo para preparar a los cristianos sobre la moral cristiana.
Según Santo Tomás de Aquino (II-II:153:4), el término “capital” (de caput, capitis, «cabeza», en latín) no se refiere a lo grave del pecado sino a que lleva a cometer otros pecados más.
Siete pecados capitales, según la historia
Mucha personas desconocen que los 7 pecados capitales, inicialmente fueron ocho, escritas en griego por el monje Evagrio Póntico finalizando el siglo IV, dichos ocho vicios o pasiones malvadas, originan palabras, pensamientos o actos impuros en contra al prójimo y de los cuales es importante resguardarse.
El monje griego Evagrio Póntico, categorizó los 8 vicios en dos grupos: 4 vicios de posesión y 4 vicios de carencias, privaciones, frustraciones:
- Gula y ebriedad.
- Avaricia.
- Lujuria.
- Vanagloria.
- Ira.
- Pereza.
- Tristeza.
- Orgullo.
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Tanto Columbano de Lexehuil en su “Instructio de octo vitiis principalibus” y Alcuino de York en su “De virtut. et vitiis, XXVII” continuaron la idea de ocho pecados capitales.
Posteriormente en el siglo VI, fue el papa romano san Gregorio Magno quien su libro mor in Job (XXXI, XVII) modificó el listado de los pecados capitales de Evagrio y Casiano para establecer una lista definitiva y con diferente orden y reduciendo los vicios a siete ya que el consideró que la tristeza pertenecía a otra forma de pereza.
- Lujuria.
- Ira.
- Soberbia.
- Envidia.
- Avaricia.
- Pereza.
- Gula.
Muchas de estas interpretaciones y versiones posteriores, bien sean derivadas de las doctrinas conservadoras del protestantismo y del movimiento cristiano pentecostal todas coinciden y han fundamentado que son graves las consecuencias para las personas que consumen estos pecados.
Entre las consecuencias más terribles que podemos mencionar es un tormento eterno en el infierno, sin recibir la liberación o el pronunciamiento del perdón de los pecados a través de la penitencia en el purgatorio.
Significado de los 7 pecados capitales
Los pecados capitales son siete sin embargo estos pueden desencadenar muchos pecados más, y los vamos a clasificar de la siguiente manera:
Soberbia
Sin importar las variaciones que a lo largo de la historia sufrieron los pedos capitales, en todas las listas, se mantiene la soberbia (en latín, superbia) este pecado es considerado el original y más grave de los pecados capitales, y es así que de este se derivan muchos otros más.
La soberbia está relacionada con la presunción, es una actitud que adopta una persona que se cree superior a los demás en cualquier acontecimiento, el mismo no valora ni respeta al prójimo ni acepta sus aspectos sociales, morales, económicos y hasta físicos.
También es identificado como el deseo de sentirse más atractivo que los demás, evitando halagar a las demás personas. Principalmente la soberbia se define como la sobrevaloración del YO sobre los demás que busca destacar, obtener o superponerse por encima bien sea en cualquier situación o lograr bien una posición o estatus elevado.
También se relaciona la soberbia con la obsesión en sustancias vanas y vacías, a la vanidad y a la prepotencia. La Soberbia y orgullo son sinónimos, así como también: altivez, arrogancia, etc. Y como antónimos a estos vicios o pasiones malvadas tenemos: humildad, modestia, sencillez, etc. La cenodoxia genera también otros pecados, como la filargiria o amor al dinero (codicia) y la filargía o amor al poder.
Ira
La ira (en latín, ira) es definida como una emoción no ordenada, ni controlada, de odio y enfado. Estas emociones se logran manifestar como una negación impetuosa de la verdad, se puede sentir o experimentar hacia los demás y/o hacia uno mismo.
Tanto la impaciencia frente a los procedimientos bien sea de la ley, el deseo de venganza y el resentimiento que siempre llevan a tomar la justicia por cuenta propia, el fanatismo en dogmas de corrientes políticas, deportivas y hasta religiosas, generalmente despiertan el deseo de mal sobre las otras personas
Una completa definición de la ira también incluye manifestar sentimientos de odio e intolerancia, por distinciones de raza o religión, las cuales a su vez generan la discriminación. Entres algunas de las transgresiones graves derivadas de la ira podemos mencionar el homicidio y el genocidio.
Avaricia
La avaricia (en latín, avaritia) es uno de los pecado de exceso. La avaricia es vista como el vicio que busca la adquisición de riquezas. Según Santo Tomás de Aquino escribió que la avaricia es:
“Un pecado contra Dios, al igual que todos los pecados mortales, en lo que el hombre condena las cosas eternas por las cosas temporales”.
En el segundo canto de Dante Alighieri, el Purgatorio, los penitentes eran obligados a hincarse en una piedra y limpiar los vicios de avaricia con las virtudes opuestas.
El pecado capital de la avaricia, engendra muchos otros pecados, entre los que incluye: deslealtad, traición, desconfianza, corrupción, acaparamiento, riqueza desmesurada, hurto, asalto, engaños, abuso de autoridad entre otros vicios que pueden ser infundidas por la avaricia.
Envidia
La envidia (en latín, invidia) se identifica por un deseo insatisfecho, se presenta en las personas que desean algo que alguien más tiene, y que piensan que lo necesitan más o lo merecen, y por consiguiente quieren el mal para las otras personas, además también se les reconoce porque sienten satisfacción con el mal ajeno.
La envidia pertenece a un sentimiento de abatimiento frente al bien o el éxito del prójimo, siendo así, la envidia no solamente el deseo de tener lo que el otro tiene, sino el desearle mal a la tercera persona y que no posea bien alguno. Dante Alighieri define la envidia como:
“Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos”.
En la obra del purgatorio de Dante, el correctivo para las personas envidiosas era “el de cerrar sus ojos y coserlos”, ya que estos pecadores habían percibido placer al presenciar a su prójimo caer.
Gula
La gula (en latín, gula) principalmente se refiere a la glotonería o al gran consumo de comida y bebida. La gula está definida por ingerir alimentos de manera excesiva o innecesaria. La gula también se caracteriza por presentar algunas formas de comportamiento destructivo. Siendo así, el abuso de sustancias, o de licores considerados pecado de gula.
La gula Es el vicio por comer de manera desmedida, lo que conduce a graves secuelas tanto físicas como sociales. Igualmente sucede con el consumo de bebidas, cuyo exceso conduce a la persona al un estado de embriaguez y hasta la pérdida de la razón en algunos casos.
En obra de La Divina Comedia de Alighieri, los penitentes que eran juzgados por este pecado eran obligados a situarse entre dos árboles, en los cuales no lograban alcanzar los frutos que colgaban de las ramas, de esta manera eran consideradas como personas hambrientas.
Profundiza en el siguiente video más sobre la lujuria unos de los pecados capitales más cometido:
https://www.youtube.com/watch?v=eGim9M2f9qg
Lujuria
La lujuria (en latín, luxuria, ‘abundancia’, ‘exuberancia’) es comúnmente definida como el pecado producto de los pensamientos constantes de atracción sexual, o un deseo sexual perturbado o descontrolado.
La lujuria es el pecado de alimentar deseos intensos sexuales, en una búsqueda de saciar un placer sexual descontrolado, la cual puede generar otras actitudes como: la compulsión o adicción sexual. También se consideran como esta pasión malvada: el adulterio y la violación.
Este vicio capital ha sido condenado por distintas religiones a lo largo de la historia, algunas en mayor medida que otras doctrinas; tratándose la lujuria también como aquel pecado que mantener pensamientos de deleites carnales sobre otra persona.
Para Dante Alighieri la lujuria se considera como: “El amor hacia cualquier persona, lo que pondría a Dios en segundo lugar”.
Pereza
La pereza o flojera (en latín, acedia) es el pecado capital más “abstracto”, ya que se refiere a la imposibilidad de hacerse cargo de su propia existencia.
La pereza también se refiere a la incapacidad de las obligaciones espirituales de la fe que ejerza cada quien. Con la pereza o acidia, las personas llegan a desatender desde el cuidado propio hasta el amor que se le debe a Dios. Entonces la pereza, también genera tristeza, desgano y aislamiento.
El concepto de “acidia” o “acedía” está relacionado principalmente con una “tristeza de ánimo” que aleja al creyente de los compromisos espirituales o divinos, gracias a unos obstáculos y dificultades que en ellas se encuentran.
Cuando nos referimos a cosas espirituales y divinas se entiende como todo aquello que Dios nos determina para la obtención de la eterna salud y la salvación, como el ejercicio de las prácticas cristianas.
Entonces crear el vicio de la tristeza el cual abriga conscientemente en el corazón, desgano, antipatía y angustia, es pecado capital. En tal sentido es considerado pecado mortal, ya que se opone claramente a la misericordia y el amor que nos debemos a nosotros mismos y a Dios.
De este modo, y con claro consentimiento de la voluntad, caemos en la tristeza sintiendo desgano a obligaciones como: perdonar injurias, o a evitar los placeres carnales entre otras; la acidia es pecado grave ya que va en contra de Dios y de nosotros mismos.
Las Virtudes para vencer los pecados
Una lista de siete virtudes las cuales ayudan a evitar los 7 pecados capitales mortales surgió en la edad media en un poema épico titulado Psychomachia, escrito por Aurelio Clemente Prudencio, un gobernador cristiano; el practicar dichas virtudes que forman parte del cristianismo, evita la tentación de cometer los siete pecados mortales. A continuación vamos a detallar 7 virtudes, las cuales, puede contrarrestar cada uno de los 7 pecados capitales:
- Humildad (en latín, humilitas) esta virtud contrarresta caer en la soberbia. Se define humilde toda aquella persona modesta, que no se cree superior o más importante que las otras personas bajo ningún concepto.
- Generosidad (en latín, generositas) don de dar y comprender a los demás, es una forma de desprendimiento y rasgo de la caridad, como puede verse en aquellas personas que ayudan anónimamente, o las que prestan apoyo en organizaciones sin ánimo de lucro. Esta virtud se opone a la avaricia.
- Castidad (en latín, castitas) se le reconoce como castidad al comportamiento voluntario, de mesura y autocontrol de los placeres carnales y/o relaciones sexuales, sin importar la razón que lo motive bien sea razones de religión o social. No es idéntico a la abstinencia sexual. Esta virtud te aleja de la lujuria.
- Paciencia (en latín, patientia), es aquella actitud que te permite sobrellevar todos los contratiempo y dificultad que se pueden presentar.
- Templanza (en latín, temperantia), es el control en la atracción de los placeres que busca la sensatez en el uso de los bienes. Con ella se consigue el control de la voluntad sobre los instintos y alejando los deseos de los excesos, la templanza además también despierta la honestidad ante todo y con ella logras atacas al pecado de la Gula.
- Caridad (en latín, caritas), esta virtud desarrolla sentimientos de empatía y amistad verdadera, la cual te abre el corazón ante la envidia.
- Diligencia (en latín, diligentia), se refiere a todo aquel esmero y dedicación al realizar cualquier cosa. Como todas de las virtudes mencionadas se logra exclusivamente practicándose; se relaciona con cumplir todos los compromisos, establecerse metas y alcanzarlas, a demostrar entusiasmo en todo lo que realice y de esta manera te alejas de la pereza.
Así como las virtudes, te ayudan a vencer los pecados capitales, también lo puedes realizar a través de las oraciones, por eso te dejamos este enlace sobre: tipos de oraciones religiosas, conoce cuales son y cómo debes usarlas, para buscar la salvación y el acercamiento a dios.
¿Qué dice la Biblia sobre los 7 pecados capitales y cómo vencerlos?
Soberbia u Orgullo
La Biblia es clara, que a Dios no le agrada el orgullo y advierte: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso” (Proverbios 16:18). Daña amistades, familias y la relación con Dios.
Romanos 12:3 nos exhorta: “Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación”.
Envidia, celos
La envidia acarrea desacuerdo y discordia: “Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas” (Santiago 3:16).
Aprendemos a disfrutar los logros de los demás: En Romanos 12:15 dice: “Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran”.
Avaricia
Dios nos provee de todo lo necesario, Mateo 6:24 dice: “Nadie puede servir a dos señores, pues menos apreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas”.
Oponemos la avaricia con la gratitud. “Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5).
Ira
La Biblia prohíbe consentir que el enojo alcance la ira destructiva e irracional. En Efesios 4:26-27 leemos: “Si se enojan, no pequen. No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol, ni den cabida al diablo”.
La ira es vencida cuando en (Romanos 12:19-21) leemos: “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta”.
Lujuria
“Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”
(1 Corintios 6:18-20)
Gula
“Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en el camino recto. No te juntes con los que beben mucho vino, ni con los que se hartan de carne, pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza”. (Proverbios 23:19-21)
Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y libertinaje, ni en disensiones y envidias. Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. (Romanos 13:13-14)
Pereza
Proverbios 6:9-11 lo describe así: “Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? Un corto sueño, una breve siesta, un pequeño descanso, cruzado de brazos… ¡y te asaltara la pobreza como un bandido, y la escasez como un hombre armado!”
Esperamos que este artículo haya sido de tu agrado y aclare las dudas de cómo evitar cometer algunos de los pecados capitales y cuales son las virtudes que vencen dichos pecados.
Para finalizar te dejamos este interesante video sobre las virtudes que contrarrestan los pecados capitales: