Quizás muchos piensen que las abuelas no son parte importante en la vida de un bebé, pero todos los que han tenido la bendición de contar con una abuela cuando eran pequeños, saben perfectamente que las mismas dejan sus vidas marcadas para toda la vida.

índice de Contenido
Conozcamos el porque de la importancia de las abuelas
Quizás existan muchas personas que al igual que yo atesoren en sus recuerdos más recónditos, historias increíbles vividas al lado de las abuelas, y es que las abuelas son casi como hadas mágicas que deberían ser eternas en la vidas de todos los niños del mundo.
¿Qué sería de nuestras vidas, si nuestras abuelas no nos hubiesen escondido tras de sus faldas, cuando un fuerte correazo casi iba a pegar en nuestras nalgas de niños tremendos?
Son esas abuelas las que nuestra mente recuerda con insaciable ternura, aunque con ellas no siempre era color de rosas, pero una cosa si es cierta, cuando tenían que corregirnos, podíamos oler fácilmente que era más el dolor que ellas sentían, que el que al final lograban darnos.
El trabajo forzado de las abuelas
Las manos de las abuelas, son para apapachar, para acariciar, para consentir, para cuidar, pero pocas veces son para maltratar (para eso están las de papá y mamá cuyo trabajo es corregir e instruir al niño, ya sea con castigos, llamados de atención o reclamos).
Las abuelas están totalmente llenas de amor por sus nietos, cada uno viene a ser en su vida un valioso tesoro que guarda en su corazón con suma ternura y amor.
Ya pasaron sus vidas corrigiendo y regañando a nuestros padres y está hartas de ello, ahora están en la etapa del disfrute de los pequeños retoños de sus amados hijos.
Por eso siempre están prestas a salir al rescate, cuando el castigo no es considerado tan necesario, las abuelas son un regalo del cielo, son puestas en este mundo directamente de la mano de Dios como ángeles de los más pequeñitos y hasta de los no tan pequeñines.
Un bebé con una abuela, tiene asegurada una infancia feliz
Las abuelas esconden los secretos para aliviar los malestares de los bebés recién nacidos o de meses, saben con toda certeza, cómo aliviar unos cólicos, cómo hacer salir los gases más difíciles y saber acurrucar y hacer dormir de manera casi increíble.
Los papás y mamas inteligentes saben que será una aliada perfecta en los primeros meses después del nacimiento, ella está dispuestísima a ayudarlos a cuidar al la mamá y al bebecito recién llegado.
Esas viejecitas bellas (y algunas que no son tan viejecitas, pues tuvieron a sus hijos muy jóvenes y les toca disfrutar de nietos, sin tener que poseer la cabellera llena de canas) son el mejor aporte a la familia.
Muchas veces ya se sentían inútiles sentadas en su sillón y de repente les llega esta maravillosa oportunidad de volver a sentirse necesarias y además amadas de manera incondicional por sus nietos.
Aunque las abuelas muchas veces son culpadas de alcahueterar o malcriar a los pequeños, ellas también tienen una enorme responsabilidad en la influencia que traspasa a estos niños y que pueden conservarse una generación tras otra. De la abuela aprendemos a valorar los principios éticos de la familia, es ella la que nos enseña modales y cómo comportarnos en la mesa. Y es solamente con una «mirada amenazadora» que nos hace entender lo que para otros es indescifrable.
¿No es acaso nuestra abuela la persona con mejor sazón en todo el planeta?
¿Acaso no es cierto que las abuelas hacen las comidas más sabrosas del mundo?
Las abuelas tienen el don en sus manos para preparar comidas que calmen nuestras rabietas.
Llegar a casa de la abuela es entrar a un mundo subrreal en donde te alimentan como si de eso dependiera tu vida, no importando la edad que tengas, en su casa siempre encontrarás algo que comer, casi de manera obligatoria, no es importante si es mucho o poco, pero en su hogar siempre siempre hay algo delicioso para comer.

Ella siempre verá a sus nietos pequeños como si estuvieran flacos y mal nutridos, es por eso que siempre sale corriendo a la cocina para alimentarlos.
Las abuelas son las responsables de llenar de ternura y amor a los nietos, ya no tienen la presion de crianza que tenían con sus hijos, pues esa parte le corresponde a los papás de sus nietos, es por esa razón que su amor es desprendido y sin reproche al entregarlo.
Es bueno que desde que los bebés están muy pequeñitos, puedan contar con su abuelita, para que los mime y los consienta, esa es una parte necesaria para su desarrollo y la obtención de valores familiares y morales.
Dejemos a los abuelos ser abuelos y a los niños disfrutar de su presencia mientras los tengan.